Renee Grace, de piloto de motos al mundo del sexo
Los deportistas de élite que llegan a lo más alto en el mundo del motor suelen ser auténticos prodigios, personas que se salen de la norma por sus habilidades al volante, o sobre ruedas. La mayoría de ellos han destacado ya desde bien temprana edad, mostrando unos reflejos increíbles, un talento ya casi de nacimiento para la competición. Hay quien piensa que muchos de ellos han llegado ahí por suerte, por fortuna o por contactos. Y claro que hay algo de eso en cada historia, porque también son necesarios esos ingredientes para triunfar no en el deporte, sino en la vida. Pero por encima de todo está la constancia, el trabajo y la superación, las ganas de llegar más allá, por más obstáculos que aparezcan en el camino. Sin embargo, en ocasiones esos obstáculos se vuelven insalvables y nos hacen dejar nuestro sueño… o cambiarlo por otros. El caso de Renne Gracie dio la vuelta al mundo hace ahora unos años, cuando la corredora australiana decidió pasar de las pistas a la industria del sexo.
Gracie se había convertido en toda una estrella en Australia al debutar con apenas 18 años en las competiciones más importantes del automovilismo del país. Sin embargo, tras ese comienzo pletórico, la falta de apoyos y sponsors la obligó a retirarse prematuramente de la competición cuando apenas tenía 22 años. Había marcado algunos hitos ya en ese momento, pero asumió que aquello, por más que lo soñase, era demasiado complicado. Y es que a veces está bien darse cuenta de estas cosas en lugar de seguir chocándonos contra un muro. Cambiar de dirección, incluso de vocación, es una solución que muchos deberían tener en cuenta en sus vidas. Así es como Gracie pasó de ser una chica con dos trabajos para pagarse su sueño de ser piloto, a ganar seis cifras al mes gracias a Onlyfans, la plataforma sexual del momento. Un giro radical en su vocación que le ha permitido disfrutar de una vida más tranquila. E incluso comprarse el coche de sus sueños, algo inalcanzable cuando era piloto, por más irónico que nos parezca.
(más…)